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•‹rina×shiøn›•.
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Bien, esta historia la quería escribir desde hace mucho tiempo, pero no sabía cómo desarrollarla >.< Puesto que los capítulos 1 y 2 son aún borradores (el cap1 ya casi está listo, pero le estoy repasando por si acaso) sólo pondré el prólogo de momento -.-
Aquí os lo dejo, es corto y no explica mucho pero creo que deja hacerse una idea del ambiente de la historia ^3^SPOILER (click to view)Después de tanto tiempo sin ir, me pasaría un mes entero en casa de mi abuela. Para mí, que en ese entonces no llegaba a tener ni ocho años, era mucho tiempo que no sabía cómo gastaría en un hogar en el que no se hacía casi nada a excepción de tener que ir a comprar el pan y el periódico todas las mañanas. Al principio intenté convencer a mis padres para que me dejaran quedarme en casa de Ayleen, mi mejor amiga de esa época, pero resultó en vano.
Sin embargo, cuando al llegar mi abuela me dijo que no podía entrar bajo ningún concepto en la habitación cerrada con llave que había al fondo del pasillo del sótano, tuve el presentimiento de que aquellos días no serían tan aburridos como tenía pensado.
Y mi vida tampoco.
La historia se dividirá principalmente en dos arcos de varios capítulos, todos (por el momento) contados por la protagonista n-n Espero que os guste, pronto subiré el primer capítulo *^*
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•ChocoSandi•.
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Wiii Parece muy interesante : D! . -
•‹rina×shiøn›•.
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Gracias por el comentario, espero que te guste el primer cap :3 SPOILER (click to view)No podía apartar la mirada desde que me bajé del coche de mi padre. La casa de mis abuelos era increíblemente grande, más de lo que recordaba. Y por no hablar del jardín, que parecía más un parque o una selva en miniatura alrededor de una gran mansión. No dejaba de mirar aquellas paredes completamente blancas
Me despertó de mi trance el chirrido que produjo la puerta de la valla cuando mi abuelo Dean salió a recibirnos y su voz al saludarnos alegremente. Por aquel entonces, él estaba mucho más joven (todo lo que podría serlo un anciano de sesenta y siete años) y aún podía caminar sin problema alguno. Se acercó y nada más abrir la puerta me elevó hasta estar a la altura de su cabeza y me abrazó tan fuerte que sentí que me ahogaba. No me soltó hasta haberme dado dos sonoros besos en las mejillas que yo le devolví, y cuando por fin sentí de nuevo el suelo bajo mis pies fui corriendo al interior de la casa para saludar al resto del personal.
Mi abuela estaba, como siempre que veníamos a visitarla, estaba sentada en su mecedora, situada al fondo del salón, tejiendo una bufanda de color azul turquesa y tarareando una melodía de algún himno de su época o algo parecido. Al oírme entrar, dejó lo que estaba haciendo y se acercó a darme un beso también.
-¡Hay que ver cuánto has crecido, Yvi! Recuerdo que la última vez que viniste no llegabas ni a la altura de mi rodilla –comentó alegremente a modo de saludo mientras me tocaba la cabeza. Por cierto, Yvi era la forma de la que me llamaba mi abuela cariñosamente. Mi nombre es Yvonne Dare, y mi abuela se llama Daphne Dare. La verdad es que nunca había tenido mucha relación con ella ni con Dean, pero ellos me tenían mucho cariño. ¿Sería sólo porque soy su nieta o había otra razón?
-Bueno, mamá, ya estamos aquí –comenzó a decir mi padre nada más entrar por la puerta seguido de mi abuelo. Le dio un beso a la abuela antes de continuar-. Tanto te quejabas tú de que salíamos muy tarde y al final hemos tardado menos de media hora en llegar…
-Ya, ya, pero es que siempre que me llamas y me dices que vais a venir, os retrasáis al menos como una hora –replicó mi abuela poniéndose a la defensiva.
Yo, ajena a la conversación, observé cómo el abuelo Dean agarraba el periódico con una mano, su taza de café caliente con la otra y se sentaba silenciosamente en su sillón, situado junto a la mecedora, para leer.
-Bueno, lo que sea… -decía mi padre, cansado de no poder replicar a la abuela ni una sola vez- El caso es que hemos venido y punto. Como te dije, os quedaréis con Yvonne hasta más o menos dentro de un mes. Tengo mucho trabajo y no puedo estar con ella ni en los días lectivos, así que imaginad en las vacaciones…
-¿Y qué ha pasado con la ama de casa que habías contratado?
-Se ha tomado unos días libres. La verdad es que ya hace bastante la pobre… Hemos acordado que este mes no trabajaría.
Por si os preguntáis sobre mi madre, sólo os diré por el momento que no estaba con nosotros. Nos dejó hace un tiempo.
-Ajá… Vale. Bueno, ¿quieres un café o algo?
-No, gracias, mamá; le prometí a mi jefe que mi descanso sería de hora y media y que luego volvería a la oficina, así que no tengo tiempo que perder.
Mi padre se acercó a mí, me levantó como el abuelo había hecho antes y me susurró:
-Prométeme que vas a hacer caso a los abuelos como una niña buena.
-Vale, papi…
Él me dio un beso de respuesta y se fue con un “Adiós, saludad a Noel de mi parte” de la casa a toda velocidad.
En cuanto se cerró la puerta, la abuela se giró hacia mí.
-Bueno, Yvi, antes de nada quiero decirte algo.
-¿El qué?
-Ya sabes que esta es una casa muuuuy grande, ¿verdad?
-Ya lo sé…
-Vale, entonces sabrás que tenemos sótano. Pues bien, está terminantemente prohibido entrar en la habitación que hay al fondo del pasillo del sótano, ¿me entiendes?
-Sí, abuela… -respondí un tanto extrañada.
¿Qué habría en esa habitación que provocase que mi abuela no quisiera que yo entrara en ella?❄ ❄ ❄
Admito que, cuando tenía siete años, era muy curiosa, o más bien cotilla (y la verdad es que lo sigo siendo, aunque no tanto). Quería saberlo y verlo todo, por lo que si me decían que no fuera a algún sitio, lo primero que iba a hacer era intentar entrar allí.
Mientras Daphne hacía la cena y Dean seguía leyendo su periódico, yo me planté delante de la puerta que había al fondo del pasillo del sótano e intenté abrirla. Estaba cerrada con llave, obviamente. Pero yo no era una persona muy paciente, y quería entrar, así que seguí intentando abrirla a base de golpes. No funcionó. La verdad es que no tenía nada de fuerza.
Al final, después de un rato, desistí de seguir dando golpes para nada. Además, me di cuenta de que estaba haciendo tanto ruido que, si seguía así, la abuela se daría cuenta y me castigaría.
Sin embargo, no se me fueron las ganas de entrar en la habitación. Es más, me entró aún más curiosidad por lo que había dentro, y la razón con más peso era que juraría haber oído un ruido extraño al otro lado de la puerta cuando comencé a golpearla…
¿Dónde podría haber una llave para abrirla?❄ ❄ ❄
Como imaginaba, la abuela había dejado varias llaves sobre la mesilla de noche que tenía en su habitación. Miré las formas de cada una, comparé los colores…, pero acabé llevándolas todas al sótano para ir probándolas una a una hasta dar con la correcta.
Lo malo fue lo que pasó a continuación: la abuela me llamó para cenar, y no tuve más remedio que subir si no quería que me pillaran.❄ ❄ ❄
Cuando terminé de cenar, me mandaron a dormir argumentando que era muy tarde, pero aún eran las 9:30 de la noche.
Subí al primer piso, donde se encontraban tanto mi habitación (la de los huéspedes y anteriormente la de mi padre) como la de mis abuelos, y un cuarto de baño. Escuché entonces unos pasos del piso superior y supuse que era mi tío Noel, el menor de los tres hermanos pequeños de mi padre, con quien se llevaba casi dieciséis años de diferencia.
En efecto: los ruidos provenían de sus pasos cuando bajaba las escaleras. No había cambiado mucho desde la última vez: pelo castaño oscuro, ojos azules tan oscuros como la noche, un anillo que le ocupaba casi todo el dedo pulgar de la mano izquierda, piercings, el pendiente de oro en la oreja izquierda y la ropa tan peculiar con cadenitas colgando de los vaqueros. Era bastante heavy, sí, pero al menos no hablaba de la misma forma que la mayoría de los heavys que había visto, que me parecía rara, ni se había teñido el pelo.
Al verme, me saludó con un “Hola, enana” y me dio un beso en la cabeza. Odiaba que me llamara enana, así que puse cara de enfado. Él se rió y se marchó escaleras abajo.
Entré en la que sería mi habitación durante el próximo mes. Dejé la maleta sobre la cama, situada en la esquina izquierda de la estancia, y me acerqué a la ventana, en esos momentos abierta de par en par. Desde ella se veía parte del jardín y las casas más próximas a esta. Sin embargo, en aquel momento no se veía mucho porque ya había oscurecido bastante, y la cerré, para que no pasara el frío.
Me cambié de ropa y me metí en la cama, dejando la maleta en el suelo. Apagué la luz con el fin de dormirme pronto y así levantarme temprano para bajar al sótano y abrir la puerta cerrada mientras todos dormían.
En poco tiempo, caí en un profundo sueño.❄ ❄ ❄
No podía dormir. Estaba dándole demasiadas vueltas a lo de la habitación cerrada. Me había despertado ya tres veces esa noche, y a las cinco de la mañana, por cuarta vez, me levanté después de volver a soñar con lo que encontraría en esa habitación. ¿Qué sería? ¿Un tesoro? ¿Algún objeto prohibido y mágico que no podía ser desvelado al mundo? ¿Un espíritu de la casa que vivía allí desde hace quinientos años y que quería echar a los actuales residentes de la mansión…?
No podía esperar más. Me puse unos calcetines gruesos, de esos que se usaban en vez de las zapatillas, y bajé sigilosamente por la escalera con una linterna en la mano derecha y las llaves en la izquierda.
Llegué al sótano y fui probando una a una cada llave, hasta que di con la que abría la puerta. Un pequeño ruido se escuchó al abrirse, pero no me di cuenta, pues lo que vi había captado toda mi atención en ese momento.
-¿Quién eres tú?
Creo que todos los caps serán más o menos así de largos :3 bueno, espero que os guste!! >w<
Edited by •‹rina×shiøn›• - 9/5/2012, 16:15. -
•‹rina×shiøn›•.
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Bueeeno, segundo cap ;__; leedlo y comentad onegaiii TwT SPOILER (click to view)-¿Quién eres tú?
Unos ojos de gato me observaban con recelo desde un rincón de la oscura habitación, la cual estaba en esos momentos iluminada únicamente por la luz que emitía un televisor encendido al fondo de la sala. La persona que lo estaba viendo era un chico que aparentaba tener más o menos mi edad. Vestía una camiseta negra de manga larga y cuello alto, y unos vaqueros grises de una o dos tallas de más. Estaba descalzo, con los pies apoyados sobre el sofá en el que se encontraba cómodamente sentado. En las manos llevaba esos típicos guantes que dejaban los dedos al descubierto, de color negro con los bordes rojos. En conjunto, la vestimenta hacía juego con su largo (le pasaba de los hombros) y lacio pelo negro como el carbón, y sus brillantes ojos de color azul, como si de cristal o hielo estuvieran hechos, tenían unas pronunciadas ojeras que seguramente se habrían originado por pasarse noches en vela viendo la televisión en vez de durmiendo, como probablemente pasaba en ese momento.
-Te he preguntado que quién eres –repitió el chico, observándome con una mezcla de cautela y desasosiego reflejada en sus ojos.
¿Que quién era yo?
¿Acaso no debería ser yo quien preguntara eso?
-Me llamo Yvonne, pero mis amigos me llaman Yvi –respondí intentando mostrar la mayor simpatía posible- ¿Y tú?
Su mirada casi me daba hasta miedo, pero parecía ser que el sentimiento era mutuo; probablemente él creía que iba a hacerle algún tipo de daño.
-¿Yvonne? –repitió él.
-Sí, Yvonne… ¿Y tú cómo te llamas? –insistí.
-No te diré mi nombre –replicó el chico firmemente, y mirando las imágenes del televisor que sólo podía ver él, añadió-: Me puedes llamar, hmm… «G».
¿«G»? ¿Qué tipo de nombre era «G»? ¿Acaso era un apodo o algo?
-¿Qué significa la «G»? –pregunté dando un par de pasos hacia él.
Cuando se percató de que me estaba acercando, dio un respingo con el que casi se dio contra la pared, y se intentó alejar más sentándose en el extremo del sofá.
-No… No te lo diré –susurró-. No te importa.
Parecía ser que le molestaba todo lo que decía, así que me quedé en silencio para escuchar lo que estuviera viendo en el televisor, pero sólo entendí algo así como “señor llaga mi, si muero en los próximos días, su hijo es quira” y no le veía demasiado sentido a lo de la “llaga mi” y la “quira” esa. ¿Estaría en otro idioma parecido al nuestro?
-¿Qué estás viendo?
-¿A ti qué te importa? –replicó de nuevo, esta vez alzando un poco el tono de voz- Para empezar, no sé qué haces tú aquí. ¿Quién se supone que eres? ¿Acaso eres alguna conocida de Daphne? ¿O es que has venido a robarme o algo?
¿Conocía a mi abuela? Ah, claro, por eso sabía que él estaba en esa habitación y me había prohibido entrar, pero…, ¿por qué le tenía encerrado? ¿Y por qué no había querido que me enterara de que él estaba viviendo en la casa?
-Daphne es mi abuela, ¿de qué la conoces?
No me respondió y desvió la vista hacia la pantalla de la televisión. Qué raro era.
-Heeeey, ¡que te estoy hablando!
Se había quedado embobado viendo la tele. ¿Realmente no me escuchaba o estaba pasando de mí?
Me acerqué sigilosamente hasta estar tan cerca del sofá que podía ver la pantalla de la televisión. Sí que debía de estar enganchado a la tele para que no se diera ni cuenta de que me había acercado…
En la pantalla veía a un chico tan o incluso más raro que G: pelo negro despeinado, ojos grises, ojeras aún más marcadas que las de G, camiseta blanca, vaqueros azules y caminaba descalzo… Ambos se parecían mucho. A lo mejor G intentaba imitar el estilo del personaje ese… El caso era que el chico estaba hablando con un hombre que me recordaba a mi padre, pero con gafas y parecía más viejo y serio. No entendía nada de lo que decían ni a qué se referían, así que me aburrí enseguida y me dirigí a G.
-Oye, ¿quién es ese chico tan raro?
Primero me miró, sorprendido. Luego hizo como si quisiera alejarse más de mí. Después me gritó:
-¡Fuera! ¡No te acerques! ¡Déjame en paz, ¿quieres?!
-Oye, que no pasa nada…
Escuché entonces unos pasos bajando la escalera. Sería la abuela, seguro. Me dirigí a la puerta rápidamente y antes de salir dije:
-¡Adiós! Tranquilo, luego vendré a visitarte de nuevo.
-¡¡Ni se te ocurra volver!! –espetó nervioso.
Cerré la puerta tras de mí. Jo, yo no le había hecho nada para que me tratara así… Pero en todo caso, había descubierto algo “prohibido”, algo que la abuela Daphne no quería que yo conociera bajo ningún concepto…❄ ❄ ❄
-Hay que ver qué pronto te has levantado hoy, Yvi –comentó Daphne mientras ambas desayunábamos en el comedor-. ¿Cómo es eso?
-No sé…
-¿Y qué estabas haciendo hasta que he bajado?
-Nada.
-¿Seguro? –la abuela me obligó a mirarla a los ojos, y parecía como si estos analizaran cuándo se dice una mentira o no.
Intenté resistir su mirada inquisitiva durante unos segundos, pero no aguanté mucho más que eso.
-Yvi, cielo, ¿qué has estado haciendo hasta ahora?
Ufff…
-Pues, la verdad es que he bajado al sótano… Y he intentado abrir la puerta… Pero no se abría… -puse carita de corderito degollado, por si colaba, y creo que ella se lo tragó.
En ese momento se escuchó que la puerta de la entrada se abría; era Noel. Enseguida se acercó al comedor para saludarnos. Parecía cansado, ¿se habría pasado toda la noche fuera y sin dormir?
-Bueeenos días, mamá, enana… -tras decir esto, dio media vuelta y subió las escaleras con rápidas y fuertes pisadas.
-Hay que ver, este chico… -suspiró Daphne, levantándose de su silla- Nunca cambiará… Yvi, si has terminado, dame tu taza, que voy a meter las dos en el lavavajillas.
-Vale…❄ ❄ ❄
Abrí de sopetón la puerta de la habitación de G, pero intentando no hacer mucho ruido. Sin embargo, no me esperaba encontrar al chico dormido en el sofá en el que antes estaba sentado y viendo la tele… A lo mejor era un vampiro, como los de las películas, que duermen por el día y salen por la noche.
Me acerqué a ver más de cerca. Parecía que realmente estaba dormido, pero dudaba que fuera un vampiro. Una vez había visto, en una película de mi padre, que los vampiros se transformaban en murciélagos y mordían el cuello de la gente para beber su sangre o algo así, pero yo no veía capaz a G de hacer ese tipo de cosas. Cuando estaba dormido, parecía un bebé indefenso.
Me había acercado tanto que hasta podía oír su respiración, que era algo entrecortada. Sin embargo, me llamaba más la atención un detalle en el que no me había fijado antes, ya que tenía el cuello de la camiseta; pero ahora que llevaba una de tirantes, podían verse unas extrañas marcas rojas alrededor de su cuello, como si le hubieran agarrado muy fuerte… Y una cicatriz en la mejilla izquierda de forma horizontal, como un corte…
Quería tocarla, a ver si era realmente una cicatriz. Acerqué la mano a su cara, pero cuando estaba a punto de rozarla, me detuvo agarrándome por la muñeca.. -
ßetuka*.
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OMG me encantaa!!! creo que me enamoré de Noel <33333333
a mi me pasa como a Yvi...si me dicen que no haga algo me dan ganas de hacerlo xDDD
demo si me encuentro a alguien tan raro como L salgo por patas, a mi L me da mucho yuyu la verdad ^^'' Yo esque soy del Team Kira (hasta donde vi el anime,donde muere L) xDDD
cuando leí:QUOTEEstaba descalzo, con los pies apoyados sobre el sofá en el que se encontraba cómodamente sentado.
pensé que habalabas de L, y después ya era mas que obvio ajajaja aunque este es G LOL
seguiré esperando el próximo cap *-*
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•‹rina×shiøn›•.
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OMG me encantaa!!! creo que me enamoré de Noel <33333333
a mi me pasa como a Yvi...si me dicen que no haga algo me dan ganas de hacerlo xDDD
demo si me encuentro a alguien tan raro como L salgo por patas, a mi L me da mucho yuyu la verdad ^^'' Yo esque soy del Team Kira (hasta donde vi el anime,donde muere L) xDDD
cuando leí:QUOTEEstaba descalzo, con los pies apoyados sobre el sofá en el que se encontraba cómodamente sentado.
pensé que habalabas de L, y después ya era mas que obvio ajajaja aunque este es G LOL
seguiré esperando el próximo cap *-*
argg yo odio a Kira y a Misa!! (y a Mikami y Takada, pero supongo que no les conoces si solo te viste la 1ª parte de la historia) aunque la verdad es que a mí las personas como L también me repelen un poco por ser tan... excéntricos e.eU sin embargo estoy de lado de L, porque Mello, Matt y Beyond Birthday son tres de sus sucesores
G es un friki total y L es su modelo a seguir, todo hay que decirlo xD aunque creo que en el fondo no se parece demasiado a él en cuanto a personalidad... y Noel... como te puede gustar tanto si solo ha salido dos veces diciendo apenas 2 frases?? o_o a lo mejor dejas de amarlo dentro de unos capítulos... no sé... mejor no digo nada más ._.
pd.- oye, ¿tú crees que esta es de esas historias que no se sabe para dónde van? <----- preocupada por lo que le dijeron en mcanime ^^U (aunque también fueron buenas críticas). -
•‹rina×shiøn›•.
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Weeno weno!! caps 3 y 4 >.<
Cap3SPOILER (click to view)¿Cuándo se había despertado? Ahora me miraba con ojos fríos y amenazadores que me decían que me fuera de allí. Parecía enfadado, y me recordaba a mi padre, que algunas veces tenía esa misma cara cuando se acababa de levantar.
—Te dije que no volvieras –susurró G entre dientes-. ¿Qué pasa, es que no sabes escuchar a la gente cuando te habla o qué? ¿Qué ibas a hacerme en la cara?
—Q-Quería tocarte la herida…
Me daban ganas de llorar. No le había hecho nada malo, y me había hablado como si estuviera enfadado conmigo. Se comportaba como uno de esos adultos que siempre estaban serios y enfadados con el mundo. Pero él tenía ocho años o así, no podía tener esa clase de comportamiento con esa edad.
—Pues no me toques. Déjame en paz –gruñó él, y escondió la cara bajo la manta que le cubría.
Yo hice como que me marchaba por la puerta, pero no me fui por una sencilla razón: vi que, en una mesita de cristal próxima a la televisión, que en ese momento se encontraba apagada, habían dos tabletas de chocolate. Yo siempre había sido muy golosa y no podía resistirme a comer un poco de dulce.❄ ❄ ❄
G se despertó media hora después y, cómo no, al despertarse y verme comiendo chocolate como una posesa, se enfadó y empezó a gritarme.
—¡¡Largo de aquí, acosadora!!
—¿Qué es eso?
—¡Es una forma de decir “piérdete”!
Me pareció increíble que ni Daphne ni Dean escucharan sus gruñidos desde la planta baja. Seguramente se habrían oído hasta en la habitación de Noel, en el segundo piso.
—Es que no me quiero ir de aquí; eres raro y divertido.
—¡No soy ni raro ni divertido! –replicó G al borde de los nervios- ¡Eres igual que Misa, siempre dando la lata, jopé!
—¿Quién es Misa?
—¡Cállate!
—¡Jooo! -Fingí que iba a llorar y aquello hizo que al fin le bajaran los humos. Se puso nervioso y no sabía qué hacer para que dejara de soltar lagrimitas.
—¡Vale! ¡Lo siento, pero no llores, anda!
—¿Me vas a dejar estar aquí? –pregunté entre lágrimas.
—¡Vaaaaaalee, pero para! –cedió él, llevándose las palmas de las manos a las sienes.
No pude disimular una pequeña sonrisa de satisfacción.❄ ❄ ❄
—Oye, pero entonces, ¿de qué va esta cosa?
G suspiró, cansado de mis preguntas.
—A ver, que este tío, Light Yagami, Kira, ha obtenido un “Death Note”, o “Cuaderno de Muerte”, y se puede cargar a quien sea escribiendo su nombre real y conociendo su cara. Es el protagonista, pero es malo, ¿entendido? Y ése, el “raro”, como tú le llamas, que sepas que se llama L y es el mejor detective del mundo, es el bueno y quiere atrapar a Kira. Va a ser tu favorito a partir de ahora, ¿vale? Y esa chica tan plasta que está hablando ahora, o mejor dicho chillando, es Misa, también tiene un “Death Note”, está por Kira y se podría decir que es mala.
—¿Y quién es ese señor de ahí?
—El señor Yagami, el padre de Kira y el jefe de la policía. No sabe que su hijo es “el malo” y, como L sospecha de él, quiere probar que Light no es Kira. Luego también hay muchos policías que ayudan al señor Yagami y a L, como Matsuda, Aizawa, Mogi…, o incluso algunos que no son policías, como Wedy y Aiber, pero ahora no salen.
—Sabes mucho, ¿no?
—Pues claro –asintió firmemente G-. Me he visto la serie seis veces, ésta será la séptima.
—¿Te gusta mucho?
—¿A ti qué te parece?
—Que sí, ¿no?
—… Bueno, no molestes y déjame ver esto.
Se acomodó de nuevo sobre el lado del sofá en el que estaba, imitando de nuevo la forma de sentarse de ese tal L. La verdad es que le copiaba genial, hasta parecía su hermano o algo.
—Oye, ¿te has quedado descalzo y tienes esas ojeras sólo por imitar a L? –pregunté.
Él me miró con intriga e irritación, ambas cosas reflejadas en sus ojos, y se pensó la respuesta unos segundos antes de contestar.
—Puede que sí. Pero lo de las ojeras es por quedarme viendo Death Note por las noches.
—¿Y por qué no lo ves por el día y duermes por la noche como yo? –seguí preguntando- Así podríamos jugar por las mañanas en el patio, que parece un parque, o dormir juntos en mi habitación, que mi cama es más grande que este sofá…
—¿Qué dices? Yo no puedo salir de esta habitación –replicó G enseguida alzando un poco el tono de voz.
—¿Por qué no?
—Daphne me lo ha prohibido.
—Pero si no sales de aquí, ¿a dónde vas para lavarte o comer?
Él señaló una puerta que había al otro lado de la habitación y de la cual no me había percatado hasta entonces.
—Ésa es la puerta del baño. Y Daphne instaló un mecanismo para enviarme la comida a la habitación, mira –G se levantó de un salto y se acercó a una especie de tubo cuadrado que había en una esquina del cuarto, debajo del cual había una mesa rectangular con una bandeja sobre ella-. Daphne baja la bandeja desde la cocina por este tubo, que tiene la forma exacta de la bandeja; y luego, cuando se la voy a devolver, le doy a un botón que hay en un lateral y la bandeja sube automáticamente como si la aspiraran. Pero tiene que estar bien colocada debajo del tubo. ¿A que mola?
—Sí… ¿Pero no se cae la comida?
—No. Llega perfecta y sin rasguños.
—Ahh… Pero ¿por qué comes y haces todo aquí y no puedes salir?
—Daphne me dijo que si salía, lo pasaría mal; que tenía que quedarme y que no saliera bajo ningún concepto de aquí si quería estar a salvo.
—¿A salvo de qué?
—… No te lo diré, o por lo menos ahora no.
—¿Por qué no?
—Porque ni yo sé muy bien la razón… Algún día se lo preguntaré a Daphne.
—¡No! Deja que se lo pregunte yo, porfa…
—¿Pero no se supone que tú no me conoces porque no podías entrar aquí? –replicó G.
—Sí, pero… vale, jo.
—Pues eso.
G se volvió a sentar en el sofá, dejándome un hueco en un lado para sentarme yo también, y nos pusimos otra vez a ver la serie esa de los cuadernos.❄ ❄ ❄
—Oye, ¿por qué ese L se llama «L» en vez de, por ejemplo, «Laurent»? –pregunté en medio de otro capítulo mientras L exponía sus deducciones.
Ya era por la tarde, y hacía poco que había vuelto después de haberme ido a comer con Daphne y Dean a un restaurante chino. La abuela me había preguntado un montón de veces qué había hecho, dónde estuve toda la mañana… Fue una suerte que la interrumpiera Dean con uno de sus comentarios sobre las noticias del periódico.
—«L» se llama así porque no puede decir su verdadero nombre –respondió G a mi pregunta sin apartar la mirada de la pantalla-. Si Kira se enterase de su nombre, adiós muy buenas.
—Aaah…
Nos quedamos en silencio durante un rato viendo la televisión. No hice ningún comentario más, porque aunque G me resolvía las dudas, seguía sin entender nada de la serie; no sabía cómo él podía comprenderlo todo…
—Garin Green.
—¿Qué? –pregunté sin entender muy bien lo que había querido decir con eso.
—Para que lo sepas, ése es mi nombre, «Garin Green» -dijo G con expresión seria mientras miraba la televisión-. Puedes llamarme Garin, si quieres.
Cap4SPOILER (click to view)—¿Garin?
—Sí.
—¿Garin?
—Sí…
—¿Garin?
—¡Que sí! Deja de repetir mi nombre, ¿quieres?
—Pero ¿por qué no me dijiste tu nombre desde el principio? ¡“Garin” es más bonito que “G”!
—A ver, es que necesitaba ver primero si eras de fiar, ¿es que no lo entiendes?
—Pues no, ¿por qué?
Garin se guardó para sí mismo otro gruñido que iba a soltarme y se puso los dedos en las sienes.
—… Déjalo… Bueno, ya me he cansado de ver la tele, me voy a dormir; he estado levantado hasta muy tarde ya –Garin se levantó del sofá de un salto y apagó la televisión y el DVD en el que había puesto la serie. A continuación hizo que me quitara del sofá, cogió una manta que era poco más larga que su estatura y se tumbó en el sofá poniéndosela por encima.
—¿Vas a dormir de verdad? –pregunté con tono irónico.
—Si puedo, sí –respondió él girándose hacia el lado del respaldo del sofá-. La verdad es que me despierto mucho mientras duermo.
—¿Por qué?
—Tengo pesadillas.
Y todo el mundo, y aún no se había venido abajo. No todas las noches se tienen pesadillas.
—¿Cuáles?
—…
Increíble pero cierto: Garin ya se había dormido en medio de la conversación. Como de momento ya no podría responderme, me senté en un lado del sofá sin tocarle para no molestarle, y decidí esperar a que despertara para que me contara sus pesadillas mientras comía chocolate.❄ ❄ ❄
Se despertó en unos veinte minutos. Se irguió súbitamente con la frente sudorosa y lanzó un gemido mirando a su alrededor hasta verme sentada comiendo chocolate.
—¿Qué has soñado? –pregunté con voz tranquila, aunque en realidad estaba preocupada.
—L-Lo de siempre… -respondió con un hilo de voz-. La mujer y… ¡Aaah! –Garin, temblando, se llevó las manos a la cabeza y se agachó como si quisiera protegerse de algo imaginario.
—¿Qué pasa? –pregunté, ahora con voz preocupada.
—Esa mujer…
Garin se levantó de repente y se puso a mirar constantemente a su alrededor con expresión temerosa y balbuceando para sí mismo algo que no llegué a escuchar. No había imaginado en ningún momento que alguna vez le vería con esa expresión de terror que ahora tenía en el rostro y yo no sabía cómo reaccionar para que se tranquilizara.
¿Qué habría soñado? ¿Y quién sería “esa mujer”?
Por suerte, poco a poco su expresión se fue suavizando hasta que Garin parecía tranquilo de nuevo.
—No hay ninguna mujer aquí –le dije acercándome a él.
—Ya, lo siento. Soy tonto.
—¡No eres tonto! Pero ¿eso te pasa todos los días?
—Todos los días desde hace dos meses, creo –asintió Garin.
—¿Por qué? ¿Quién es “esa mujer”?
—… N-No lo sé… pero es horrible.
—¿Es muy fea?
—No, me refiero a que me da mucho miedo…
—¿Por qué?
Garin se tocó el cuello con los dedos índice y corazón y puso una mueca temerosa que duró apenas una fracción de segundo.
—Porque en mis sueños esa mujer es la persona que me estrangula hasta matarme.❄ ❄ ❄
—Yvi, ¿qué te pasa? ¿No tienes hambre? –me preguntó Daphne al ver que no había probado bocado de la cena.
La verdad es que la conversación de antes me había quitado las ganas de hacer cualquier cosa.
—Es que he merendado mucho, abuela, yo no quería tantas galletas –me quejé dejando el tenedor sobre la mesa-. Me quiero ir a dormir.
—No te vas a levantar de esta mesa sin comer al menos dos tenedores de guisantes.
—Jooo… -comí rápidamente esa cantidad y enseguida ya estaba en las escaleras- ¡Hasta mañana!
Subí las escaleras y me metí en mi habitación. Quería bajar al sótano a ver a Garin, pero creo que tendría que esperar un buen rato.❄ ❄ ❄
Llamé a la puerta de la habitación que había al fondo del sótano. Sin embargo, Garin no abrió.
Volví a llamar al cabo de unos segundos y la puerta se abrió súbitamente. Garin estaba tras ella, con una mirada asustada y cautelosa que me recordaba a la primera vez que nos vimos, y llevaba un cuchillo en la mano derecha. Sin embargo, cuando me reconoció su mirada cambió y dejó caer el cuchillo al suelo mientras suspiraba con resignación.
—Uf, eres tú… ¿Qué quieres? –me preguntó clavando su mirada en la bolsa que traía conmigo.
Sonreí y abrí la bolsa para dejar ver la manta que había en su interior.
—¡Hoy voy a dormir contigo!
La puerta se cerró.
Volví a llamar, extrañada por su reacción. Escuché la voz histérica de Garin desde el otro lado de la puerta:
—¿¡Pero tú qué tienes en la cabeza!? ¡No puedes dormir aquí! ¡Vete!
—¿Pero por qué no? –me quejé, aún más extrañada.
—¿Eres tonta o qué? ¡Para tu información, ésta es mi habitación y aquí duermo yo, y tú tienes la tuya para dormir tú!
—¿Pero por qué no puedo dormir aquí?
—A ver, ¿es que no tienes cerebro para pensar o qué?
En silencio pasaron uno, dos, tres, cinco, diez segundos, y aún no captaba a qué se refería Garin.
—No, ¿qué?
—Mira, ¡vete de una vez!❄ ❄ ❄
Al final me fui a mi habitación, pero me hubiera gustado probar a dormir el sofá de Garin.
Al día siguiente, me desperté mareada sin ninguna razón en especial. Bajé, aún en pijama y con el pelo revuelto, al salón, y encontré a mi abuelo, siempre tan madrugador, ya sentado en su sillón y tomándose una taza de café mientras leía el periódico de esa mañana.
—Buenos días, hija –Dean siempre me llamaba “hija” en vez de “Yvonne” o “Yvi”, no lo entendía-. La abuela está en la cocina.
—Vale.
Me dirigí a la cocina; y en efecto, allí estaba Daphne, quien había previsto –o mejor dicho escuchado– mi llegada, y estaba preparándome el desayuno.
—Abuelaaa…
—Buenos días, Yvi –me saludó Daphne sonriendo-. Tranquila, ya te estoy haciendo el desayuno.
—Ya, pero quería preguntarte que si me dirías lo que hay en el sótano que no me dejas ver.
Quería saber si realmente ella estaría dispuesta a decírmelo de buena voluntad, aunque yo ya lo supiera. Si me lo contaba, seguramente obtendría algún nuevo dato, aunque fuera insignificante, sobre Garin y el porqué de que estuviera en esa casa.
Daphne me sonrió y se agachó para estar casi a mi altura.
—Es que verás, Yvi, ese es un tema que los niños no deberían conocer.
Pero si yo ya sabía que ahí tenían a Garin encerrado, a ver, ¿es que los niños no debían conocer a otros niños de su edad o qué? Menuda respuesta me había dado.❄ ❄ ❄
Después de desayunar, Daphne y Dean se marcharon al médico y dejaron a Noel como canguro particular. Éste puso música de la que a él le gustaba tanto –que a mi parecer era muy ruidosa– y se sentó en el sillón de Dean con una 3DS entre las manos para entretenerse mientras me “cuidaba”. Enseguida me picó la curiosidad y fui a ver a qué jugaba.
—Oye, ¿qué haces?
—Jugar –respondió secamente-. Con dieciséis años aún soy demasiado joven y que tenga que pasarme uno de mis preciados días de vacaciones cuidando de ti… -añadió entre dientes con tono mohíno.
Como vi que estaba ensimismado en el juego y no me hacía ni caso, le quité la consola.
—Oye, ¿qué haces? –exclamó fastidiado.
—Yo soy más divertida que esa máquina, ¡vamos a jugar!
—Sí, claro, ¿acaso no preferirías estar jugando con Garin, el friki de la habitación del sótano? ¿Quieres que bajemos, eh?
Ojalá. Pero… Espera, ¿qué estaba pasando aquí?
—¿Sabes quién es Garin? –pregunté asombrada y extrañada.
En ese momento, Noel se parecía –un poco– al Kira de la serie que Garin me había enseñado. Me miraba de forma extraña, y en su boca había dibujada una mueca de burla, como si contuviera la risa. Al final no lo aguantó más y se tapó la boca con la mano para disimular la risita.
—Pero a ver, ¿cómo no voy a saber quién es ese chaval, si fui yo quien le trajo aquí hace dos meses?
*leer esto después de los capítulos*SPOILER (click to view)ok ok, ya se nota que las cosas no son tan sencillas como parecía verdad?? ewe bueno, ahora sabéis por qué está Noel en la historia, de ahora en adelante va a salir un poco más >.< bueno, espero que al menos alguien llegue a leer esto~ ;w;
edito: estoy escribiendo el fic regularmente y lo estoy publicando en otras paginas, de hecho ya voy por el capítulo 9, pero como nadie comenta y paso de hacer más posts seguidos y edits, os dejo los links de donde lo pongo por si a alguien le interesa :3 (por cierto, que aquí me equivoqué al escribir el titulo en su momento, el nombre completo es Bloody Destiny x3)
www.mcanime.net/foro/viewtopic.php?p=8802353
Edited by •‹rina×shiøn›• - 12/7/2012, 01:03.
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