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En aquellos momentos estaba viviendo mas de cien sentimientos diferentes; todo era tan diferente, tan radiante y mágico a como me lo imagine, era la primera vez que salia de mi casa. Nunca antes me habían permitido salir, y ahora que me encontraba sola quería conocer el mundo que tanto anhele.
No sabia ha donde ir, no conocía a nadie, llegue al prado sentándome debajo de la sombra de un árbol con uno de mis libros favoritos puesto ¿Que mas podría hacer?. Me quede mirando fijamente al azul cielo con algo de culpabilidad ya que había salido de mi encierro en aquella gran mansión pero nadie podía verme ya ¿Que importaba si salia? Algún día tendría que empezar a vivir
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meél.
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Ahí estaba yo, recostada en una de las altas ramas de ese árbol. A pesar del bonito paisaje, esa enorme pradera con flores de todos tipos y colores seguía estando inquieta. Una sensación en mi interior de miedo, como si algo malo fuera a pasar recorría mi cuerpo haciendo que intentará esconderme mas entre las hojas de ese árbol. El árbol en realidad era pequeñito, no había mucha hoja tras la que ocultarse. Por eso, por no tener hojas delante, vi como llegaba una chica al prado. Me asusté. Ese mal presentimiento hacia que dudara mucho acerca de esa chica, pero estaba seguro de que las cosas malas no me estaban pasando a mi en ese momento sino lejos y a otra persona. Así que me limité a observar.
Después de observar un rato a esa chica, logré calmarme. No tenía ninguna mala intención, o eso parecía. Estaba con un libro en la mano, si le gustaba leer debia ser bastante inteligente. Sin duda esa niña era inocencia pura y me sentí mal por haber pensado mal de esa pequeña alma. Sonreí un poco, pero la sonrisa se me fue cuando sin querer mi pie resbalo haciendo que cayeran trozos de árbol hacia abajo. Ella dejó de mirar al cielo para centrarse en mi, la persona que le había llenado el pelo de tierra. Me mordí un poco el labio y bajé rápidamente del árbol de un salto, a pesar de la altura, y la mire de cerca.
- Lo siento. No era mi intención.- suspiré ligeramente mirando al suelo, mi cara hizo una mueca.- Ya me voy. Siento haber molestado.- Siempre, de alguna forma, fastidiaba las cosas.. -
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Estaba sumida en mis pensamientos, rozaba con las yemas de mis dedos el rocio del la hierba, nunca pense verme asi, ni en mis sueños mas locosa habria pensado salir. Una ola de culpabilidad volvio a golpearme ¿De que me queria esconder mi tia? Yo la amaba ya que fue como una madre para mi, nunca le guardaria rencor por mantenerme encerrada mas habia salido de mi carcel y eso me hacia sentir mal.
Algo empezo a caerme encima, gire la cabeza para ver una linda chica de cabellos negros, parecia triste. Mi cara cogio un tono carmin cuando me hablo, era la primera persona que me hablaba a demas de mi amada tia.- N-no pa-pasa na-nada- hice amago de sonreir aunque mi nerviosismo no me lo pemitio por lo que rodee los ojos para no mirarla directamente a los ojos.
Conociendo a mi nuevo mundo [Libre] |
